viernes, 26 de junio de 2020

NOSOTROS, LOS ABUELOS.


                                                     
                                                    

Hola a todos.
Hoy quiero hablarles del momento, creo, uno de los más importantes de nuestras vidas, ese momento en que nuestros hijos nos convierten en Abuelos, que nos causa una alegría tan grande, que nuestros corazones se llenan de regocijo, ante algo tan especial, que difundimos entre la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, donde quiera que vayamos dejamos la noticia así, como quien dice, casi como un notición, por la euforia que nos ha producido la noticia.
La gente nos felicita por tan magno acontecimiento por venir, y es una sensación tan linda que nos deja ese: así que van a ser abuelos? Y nuestro pecho, henchido por el orgullo, la alegría y la inquietud de saber si será varón o nena, pareciera explotar.
Se vive un tiempo de espera muy especial, hasta saber el sexo del que vendrá.
Empieza la tarea de buscar el nombre del futuro bebé, las futuras abuelas comienzan a dar sus consejos como expertas mamás, para el cuidado y atención del que nacerá pronto. Los futuros abuelos, dependiendo sus preferencias deportivas, los harán beisbolistas, jugadores de fútbol, simpatizantes de este u otro equipo, es un lindo tiempo de soñar con el futuro del bebé que llegará.
Cómo se llamará si es una nena? Dicen unos y si es varón? Dicen otros.
Y empieza el tire y afloja, de cuales de los abuelos “pesan” más en las decisiones de la pareja. Aunque es muy subjetiva, creo que existe, esa pequeña “rivalidad” entre los abuelos, inevitable me parece, que no es profunda, por lo menos en nuestro caso,ya que somos amigos de los consuegros de muchos años, y tomamos esas “diferencias”:en bromas.
Cuando llega el momento del parto, se suceden momentos de un nerviosismo no muy frecuente hasta que , por fin, llegó el bebé esperado, en mi caso fue una nena hermosa, muy saludable principalmente y la mamá, nuestra hija, también estaba muy bien.
Se terminó la espera y llenó nuestro hogar de alegría y felicidad, mis hijos, los tios, querían tenerla en sus brazos y llenarla de mismos, nosotros los abuelos, mirábamos con nerviosismo por la inexperiencia de los nuevos tíos en tener bebés en brazos.
Y la recién nacida pasó a ser el primer nieto de los abuelos paternos y del materno, ya que de mi parte, mis padres tenian muchos nietos, y el primer bisnieto por parte de los padres de mi esposa.
Y sucedió algo muy lindo y muy especial con respecto al nombre de nuestra primer nieta. Y es que su nombre no fue elegido, por los papis, sino sugerido por el gran escritor argentino, Don ERNESTO SABATO.
Si, porque vivíamos en Buenos Aires, en Capital Federal, y un dia mi hija, embarazada, caminaba por San Telmo con Claudio, su esposo.
San Telmo, es un barrio de la Capital Federal muy lindo y muy visitado por celebridades del arte, la ciencia, la literatura, existen muchos locales de artesanías y antigüedades, mucho turismo, es un lugar muy especial.
Ellos iban caminado por la vereda y en un café, vieron, en una mesa sentado, al maestro Sábato y ellos, fans de semejante personaje de la literatura Argentina, entraron a saludarlo y él , muy cordialmente, les preguntó si sabían el sexo del futuro bebé y el nombre que le iban a poner. Ellos le dijeron que no sabían aún el sexo, pero si es varón se llamará Justo, por el abuelo materno y si es nena,no sabían aún.
Entonces Don Ernesto Sábato les dijo: si es varón ustedes dicen se llamará  Justo, entonces si es nena pónganle JUSTINA.
Y Justina que hoy tiene 25 años, es una lectora consuetudinaria de grandes maestros de la literatura, tiene el orgullo de que su nombre fue propuesto por su ídolo, ya que adora su obra literaria.
Hermosa y singular anécdota verdad?
En otra les sigo contando anécdotas muy lindas, simpáticas e increíbles.
Hasta pronto, cuídense.







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