Hola a todos.
Hoy quiero hablar de algo que ustedes, en Argentina y nosotros, donde estemos, podemos percibir.
Un olor nauseabundo que emana de cada acto, de cada acción, de cada paso que se da, en la mayoría de los partidos de fútbol que se juegan, en las decisiones que se toman desde la dirigencia, en fin, de todo lo que rodea al manejo de esta actividad que tanto queremos, que tanto disfrutamos los argentinos.
De tanta pasión que sentimos y ponemos de manifiesto, muchas veces, exageradamente, que a veces nos juega en contra, pero que en muchos casos, es más fuerte que nosotros.
Estamos asistiendo a un torneo argentino donde, con el correr de las fechas, se ve a Boca Juniors, seguido de Talleres de Córdoba, Godoy Cruz, de Mendoza, Racing, San Lorenzo, entre los primeros puestos.
Más abajo, de la tabla de posiciones, se ven bien distanciados, equipos de los llamados grandes, cumpliendo perfomcances bien magras, por llamarlas de alguna forma, y lo que llama más la atención, que, dentro de esos equipos, esté RIver Plate, uno de los dos clubes más importantes y poderosos de Argentina.
Pero lo que más me llama la atención, es que, han invertido millones de dólares en comprar jugadores, para reforzar sus equipos, con el fin de lograr objetivos previamente establecidos.
Sus directivos, sus fanáticos, encantados, esperanzados, asistiendo en cada fecha, a alentar a su equipo.
Y lo hacen, casi religiosamente, porque es una forma de acompañar a sus jugadores y hacerles llegar su aliento, su motivación y alegría, para que puedan desarrollar su estrategia, sentirse estimulados, con la esperanza de lograr resultados positivos.
Nosotros, los argentinos, somos muy apasionados con respecto al fútbol, soccer. Lo vivimos intensamente, muchas veces anteponemos, nuestras urgencias o necesidades, por ir al estadio a ver nuestro equipo favorito.
Vivimos una alegría tan grande cuando nuestro equipo gana, que, no nos importa si juega o no bien, sólo que ganó, y eso es suficiente. Casi como que no nos importa cómo, lo que importa es que ganó.
Muchas veces aceptamos las derrotas con cierta amargura, bien manifiesta, otras veces, son resignación y otras veces con rabia.
Esto muchas veces producen peleas a la salida de los estadios, lo cual, generalmente conlleva a incidentes serios entre las hichadas rivales, transformando una fiesta, en algo lamentable, que la mayoría de los argentinos, no nos merecemos.
Dejando en evidencia, una cultura, inaceptable, que tenemos, felizmente, un pequeño sector de nuestra sociedad, de no aceptar resultados negativos, como si pelearse con la gente, cambiaría el resultado del evento.
Hemos visto, por televisión, un partido definitorio de una Super Copa, entre los equipos de Boca Juniors y River Plate. Ganadores ambos, de distintos torneos anteriores y unificandos, en una Super Copa, ambos resultados anteriores.
En mi opinión, una forma de hacer, un evento para recaudar dinero, distrayendo a la gente, para que no analicen lo mal que está yendo el fútbol en Argentina.
Y vaya si no lo lograron. Armaron toda un circo tan grande, el periodismo le dió una trascendencia tan fenomenal, que según ellos, ese partido, paralizaba al pais, por su importancia.
No dudo que haya sido así. Las radios, diarios, televisión, a toda hora, hablando del tema. Le metieron tanto el partido en la cabeza a la gente, que no les dejaron elección.
Entonces hubo que prenderse en esa locura tan bien orquestada y llevada a cabo, sin pensar siquiera en un momento en la gente que veía, como yo, que eso era para meter la basura debajo de la alfombra.
Y no me equivoqué. Salieron a la luz, situaciones, que avergonzarían al más escéptico e incrédulo.
El tema puede resumirse de la siguiente manera:
River Plate viene, en este campeonato de la Super Liga, cumpliendo un papel lamentable, con muchos partidos perdidos, empatados, pero pocos ganados. Desarrollando un juego desastroso.
Con dirigentes, técnico y demás, quejándose semanalmente, de los arbitrajes, de las canchas, del tiempo, que si llueve, o si hay mucho sol, etc. Es decir, de todo y de todos.
Culpando a sutano y mengano, de los magros resultados que está obteniendo en este torneo.
Lo que NO dicen o reconocen, esos señores que dirigen ese club, repito, uno de las más grandes e importantes de Argentina, es que realmente el equipo juega mal, que a pesar de la inversión que han hecho para reforzarlo, ese equipo no juega a nada.
Es vergonsozo verlos y escucharlos dar, tremendas escusas, pero no reconocer que son un desastre en la cancha. Que por esas actuaciones tan deplorables, están en los últimos puestos de la tabla de posiciones.
Debería darles verguenza ver a su equipo en esas posiciones.. Deberían pedirles disculpas a sus seguidores, por su mal desempeño. Deberían reconocer lo mal que juegan y tratar de ir mejorando dia a dia su rendimiento.
No echando culpas ajenas, cuando el problema sale desde adentro.
Todo bajo un "cinismo" total, sin escrúpulos, como si todo el mundo que los escucha o que los ven, poniendo escusas, a veces increíbles, fueran idiotas. No se puede creer que ocurran estas cosas.
Han perdido la ética, la moral, el criterio, la verguenza diría también.
No hay sentido de responsabilidad en sus actos, desde la dirigencia hacia abajo.
Mi padre decía: Si la cabeza anda mal, los brazos y las piernas, seguramente andarán sin rumbo.
No creo que River merezca lo que le está pasando, no, para nada.
Mi pregunta, que no sale del asombro, es la siguiente: Cómo puede ser, que el técnico de River, haya dicho que su equipo en el torneo jugó (mal) como jugó, porque era una estrategia para distraer la atención, del rival, en este caso Boca Juniors, para que ,en este partido definitorio, el técnico de Boca Juniors no pudiera establecer la estrategia para jugar este partido.
Esto es de una locura increíble DIos mio! Qué mal que estamos!
Lo más grave del caso es que el presidente de la institución, muy contento por el triunfo y respaldando al técnico en todos sus dichos.
Increíble!
Pero saben qué? Lograron su objetivo, porque con esa "Copa" que lograron, gracias al arquero, que los salvá de una goleada, y no a la estrategia, sirvió para poner toda la basura debajo de la alfombra. Ni más ni menos.
Cómo queda la Institución? En el plano nacional?
Internacionalmente, no queda con una mancha grande en el concepto general?
Qué se le dice a los seguidores que por tanto tiempo vieron a su equipo, jugar tan mal, perder partidos, perder posiciones en la tabla, donde un club de la trascendencia de River, cada dia se caía más y más?
Ellos dicen y creen que, el haberle ganado a Boca Juniors esta Copa, tapa todo el mal desempeño anterior en el campeonato.
Claro, puede ser, si eso les sirve de consuelo, allá ellos, pero no creo, no creo que sean idiotas.
El presidente de Boca Juniors se apersonó , posterior al partido, al plantel y les manifestó su enojo por el partido perdido ante su clásico rival.
Poniendo de relieve el mal rendimiento del equipo, criticando a algunos jugadores por poca actitud ganadora, poniendo en evidencia que Boca Juniors, es una institución,de enorme prestigio internacional, que merece, sin dudas, que se ponga todo SIEMPRE en la cancha, para lograr buenos resultados.
Hoy quiero hablar de algo que ustedes, en Argentina y nosotros, donde estemos, podemos percibir.
Un olor nauseabundo que emana de cada acto, de cada acción, de cada paso que se da, en la mayoría de los partidos de fútbol que se juegan, en las decisiones que se toman desde la dirigencia, en fin, de todo lo que rodea al manejo de esta actividad que tanto queremos, que tanto disfrutamos los argentinos.
De tanta pasión que sentimos y ponemos de manifiesto, muchas veces, exageradamente, que a veces nos juega en contra, pero que en muchos casos, es más fuerte que nosotros.
Estamos asistiendo a un torneo argentino donde, con el correr de las fechas, se ve a Boca Juniors, seguido de Talleres de Córdoba, Godoy Cruz, de Mendoza, Racing, San Lorenzo, entre los primeros puestos.
Más abajo, de la tabla de posiciones, se ven bien distanciados, equipos de los llamados grandes, cumpliendo perfomcances bien magras, por llamarlas de alguna forma, y lo que llama más la atención, que, dentro de esos equipos, esté RIver Plate, uno de los dos clubes más importantes y poderosos de Argentina.
Pero lo que más me llama la atención, es que, han invertido millones de dólares en comprar jugadores, para reforzar sus equipos, con el fin de lograr objetivos previamente establecidos.
Sus directivos, sus fanáticos, encantados, esperanzados, asistiendo en cada fecha, a alentar a su equipo.
Y lo hacen, casi religiosamente, porque es una forma de acompañar a sus jugadores y hacerles llegar su aliento, su motivación y alegría, para que puedan desarrollar su estrategia, sentirse estimulados, con la esperanza de lograr resultados positivos.
Nosotros, los argentinos, somos muy apasionados con respecto al fútbol, soccer. Lo vivimos intensamente, muchas veces anteponemos, nuestras urgencias o necesidades, por ir al estadio a ver nuestro equipo favorito.
Vivimos una alegría tan grande cuando nuestro equipo gana, que, no nos importa si juega o no bien, sólo que ganó, y eso es suficiente. Casi como que no nos importa cómo, lo que importa es que ganó.
Muchas veces aceptamos las derrotas con cierta amargura, bien manifiesta, otras veces, son resignación y otras veces con rabia.
Esto muchas veces producen peleas a la salida de los estadios, lo cual, generalmente conlleva a incidentes serios entre las hichadas rivales, transformando una fiesta, en algo lamentable, que la mayoría de los argentinos, no nos merecemos.
Dejando en evidencia, una cultura, inaceptable, que tenemos, felizmente, un pequeño sector de nuestra sociedad, de no aceptar resultados negativos, como si pelearse con la gente, cambiaría el resultado del evento.
Hemos visto, por televisión, un partido definitorio de una Super Copa, entre los equipos de Boca Juniors y River Plate. Ganadores ambos, de distintos torneos anteriores y unificandos, en una Super Copa, ambos resultados anteriores.
En mi opinión, una forma de hacer, un evento para recaudar dinero, distrayendo a la gente, para que no analicen lo mal que está yendo el fútbol en Argentina.
Y vaya si no lo lograron. Armaron toda un circo tan grande, el periodismo le dió una trascendencia tan fenomenal, que según ellos, ese partido, paralizaba al pais, por su importancia.
No dudo que haya sido así. Las radios, diarios, televisión, a toda hora, hablando del tema. Le metieron tanto el partido en la cabeza a la gente, que no les dejaron elección.
Entonces hubo que prenderse en esa locura tan bien orquestada y llevada a cabo, sin pensar siquiera en un momento en la gente que veía, como yo, que eso era para meter la basura debajo de la alfombra.
Y no me equivoqué. Salieron a la luz, situaciones, que avergonzarían al más escéptico e incrédulo.
El tema puede resumirse de la siguiente manera:
River Plate viene, en este campeonato de la Super Liga, cumpliendo un papel lamentable, con muchos partidos perdidos, empatados, pero pocos ganados. Desarrollando un juego desastroso.
Con dirigentes, técnico y demás, quejándose semanalmente, de los arbitrajes, de las canchas, del tiempo, que si llueve, o si hay mucho sol, etc. Es decir, de todo y de todos.
Culpando a sutano y mengano, de los magros resultados que está obteniendo en este torneo.
Lo que NO dicen o reconocen, esos señores que dirigen ese club, repito, uno de las más grandes e importantes de Argentina, es que realmente el equipo juega mal, que a pesar de la inversión que han hecho para reforzarlo, ese equipo no juega a nada.
Es vergonsozo verlos y escucharlos dar, tremendas escusas, pero no reconocer que son un desastre en la cancha. Que por esas actuaciones tan deplorables, están en los últimos puestos de la tabla de posiciones.
Debería darles verguenza ver a su equipo en esas posiciones.. Deberían pedirles disculpas a sus seguidores, por su mal desempeño. Deberían reconocer lo mal que juegan y tratar de ir mejorando dia a dia su rendimiento.
No echando culpas ajenas, cuando el problema sale desde adentro.
Todo bajo un "cinismo" total, sin escrúpulos, como si todo el mundo que los escucha o que los ven, poniendo escusas, a veces increíbles, fueran idiotas. No se puede creer que ocurran estas cosas.
Han perdido la ética, la moral, el criterio, la verguenza diría también.
No hay sentido de responsabilidad en sus actos, desde la dirigencia hacia abajo.
Mi padre decía: Si la cabeza anda mal, los brazos y las piernas, seguramente andarán sin rumbo.
No creo que River merezca lo que le está pasando, no, para nada.
Mi pregunta, que no sale del asombro, es la siguiente: Cómo puede ser, que el técnico de River, haya dicho que su equipo en el torneo jugó (mal) como jugó, porque era una estrategia para distraer la atención, del rival, en este caso Boca Juniors, para que ,en este partido definitorio, el técnico de Boca Juniors no pudiera establecer la estrategia para jugar este partido.
Esto es de una locura increíble DIos mio! Qué mal que estamos!
Lo más grave del caso es que el presidente de la institución, muy contento por el triunfo y respaldando al técnico en todos sus dichos.
Increíble!
Pero saben qué? Lograron su objetivo, porque con esa "Copa" que lograron, gracias al arquero, que los salvá de una goleada, y no a la estrategia, sirvió para poner toda la basura debajo de la alfombra. Ni más ni menos.
Cómo queda la Institución? En el plano nacional?
Internacionalmente, no queda con una mancha grande en el concepto general?
Qué se le dice a los seguidores que por tanto tiempo vieron a su equipo, jugar tan mal, perder partidos, perder posiciones en la tabla, donde un club de la trascendencia de River, cada dia se caía más y más?
Ellos dicen y creen que, el haberle ganado a Boca Juniors esta Copa, tapa todo el mal desempeño anterior en el campeonato.
Claro, puede ser, si eso les sirve de consuelo, allá ellos, pero no creo, no creo que sean idiotas.
El presidente de Boca Juniors se apersonó , posterior al partido, al plantel y les manifestó su enojo por el partido perdido ante su clásico rival.
Poniendo de relieve el mal rendimiento del equipo, criticando a algunos jugadores por poca actitud ganadora, poniendo en evidencia que Boca Juniors, es una institución,de enorme prestigio internacional, que merece, sin dudas, que se ponga todo SIEMPRE en la cancha, para lograr buenos resultados.
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