Aniversario de Bodas

                                  

Ya estamos , con mi esposa, acercándonos a los 50 años de casados, estamos casi en los 49. Como dicen: toda una vida!
Y es así.
Nuestro aniversario será en febrero 2019, si Dios quiere. Cómo pasa el tiempo!
 Recuerdo cuando éramos jóvenes, adolescentes, nos conocimos con mi esposa. Nuestras familias amigas de muchos años,  mis padres con sus abuelos, vecinos de barrio.
Ella es peruana, llegó a Argentina muy chica, 10 años. Vinieron su hermana, 4 años mayor que ella, y sus padres. Mis padres estaban muy contentos con la noticia de la llegada de ellos, porque habían conocido a su mamá de muy chica, su mamá tenía 3 hermanas y a la más chica, mi madre la amamantó en ciertas ocasiones, mientras que su abuela hizo lo mismo con un hermano mio. Esa era la relación de amistad tan linda que tenian mis padres con sus abuelos, que siguió en el tiempo y que rememoro con tanto placer.
No me olvido cuando llegaron ellos del Perú, mis padres los invitaron a almorzar y hubo una reunión muy amena, donde se consolidó más aún la amistad entre las dos familias
Cuando mi esposa cumplió 15 años, le hicieron una fiesta muy linda a la que asistimos, y ya a esa altura, había entre mi esposa y yo, una "amistad" más marcada, que luego se transfomó en noviazgo. Que se consolidó a medias, ya que su padre que se había regresado al Perú para seguir con su trabajo, no estaba de acuerdo con esta situación, pero su madre si. Fue una época dura para esa relación que iba creciendo dia a dia, a pesar de esa oposición paterna.
En un viaje que hizo su papá para Argentina hablé con él, para pedirle la mano de su hija y se negó rotundamente, hasta amenazó en regesar al Perú con su esposa e hijas.
Fueron momentos muy difíciles, pero perseveramos, y como dicen: el amor al final triunfó.
Al final, su papá accedió y dió su consentimiento.
Nos casamos y él no pudo estar en nuestra boda por razones de trabajo, pero cuando , al año nació nuestra primera hija, él regresó a Argentina a conocer a su nieta y se quedó definitivamente y no volvió a su Perú, hasta pasados unos años, de visita.
Quiero contarles que en mi nunca hubo rencor por esa situación que nos tocó vivir en nuestra etapa de noviazgo, mis padres me aconsejaron siempre bien y ponían toda su voluntad para ayudarnos. Entendían la posición respecto del papá de ella.
Y hemos sido muy felices por siempre, mis suegros fueron, digo esto, porque lamentablemente ya no están con nosotros, muy especiales, hemos compartido momentos tan felices! Nunca un reproche a nada. Debo decir que los mejores años de mi vida los he pasado junto a ellos. Nosotros les dimos 5 nietos y mi cuñada, 4. Ellos les brindaron tanto amor! Disfrutaron tantos sus nietos , como ellos a sus abuelos.
Nuestros desayunos, almuerzos, media tarde y cenas eran increíbles, divertidas, para llorar de risa. por las ocurrencias de cada uno. Cómo esperábamos que llegaran esos momentos! Cómo extrañamos esas épocas tan memorables!
Recuerdo los domingos hacíamos un asadito y mientras, escuchábamos música peruana, unos valses y unas guitarras increíbles. Ahora las escucho en casa y rememoro con mucha emoción, esos bellos momentos.
Así transcurrían nuestros dias. Tanto ellos como mis padres, nos dejaron un legado hermoso, que nosotros continuamos, que son las reuniones familiares.
La relación que existe entre los hijos de mi cuñada y mis hijos son  de hermanos  más que de primos. Es algo tan lindo! No hacen nada sino están juntos una o dos veces al mes. Ni hablar de los cumpleaños Somos 26 que nos juntamos y créanme, mi esposa y yo somos muy felices de que esta tradición familiar continue por siempre.
Creo que esto ha hecho que nuestro matrimonio haya sido lo mejor que  nos ha pasado en la vida. Con errores, con virtudes, con aciertos, con  mucha solidaridad entre la familia, con una firme voluntad de que no se rompa esa tradición, que tanto disfrutamos en el dia a dia.
 Sostengo que el poder decir que llevamos muchos años juntos, es porque existió siempre el diálogo, el saber escuchar, un profundo respeto del uno hacia el otro, un amor mutuo y sincero y el tirar siempre para adelante juntos. Nuestros hijos nacieron y crecieron bajo esas condiciones. Nuestros padres, deben estar muy felices al ver que sus hijos. sus nietos y todos los que conforman nuestra gran familia, están  imbuidos de esos  conceptos y los inculcan a sus descendientes.
No tenemos riquezas materiales no tenemos lujos, pero tenemos algo que muchos lo dicen siempre  las personas que nos conocen y que nos tratan: una hermosa y gran familia.
 Gracias a Dios.
Hasta pronto.