viernes, 3 de marzo de 2017

La Injerencia Musical en mi Infancia



World Record | Flickr: Intercambio de fotos


Recuerdo los dias más hermosos de mi Infancia.
 Mis hermanos y hermanas mayores tenían como hobby: el baile. Se juntaban con amigos que venían a casa y pasaban horas practicando diferentes tipos de ritmos, sobre todo cha cha cha, mambo, zapateo americano, foxtrot, etc.
Les ponían las tapitas a sus zapatos y a bailar Charleston y Dixieland al mejor estilo americano de Fred Astaire. Y pasaban temas de Glem Miller, como Little Brown, In the Mood, Patrulla Americana, los Mambos de Perez Prado, en fin.
El Tango, la Milonga y el Pasodoble, no podían faltar. Era maravilloso!
Ponían sus discos en la Vitrola, esos discos de pasta, y saben qué, tenían su propio Dj.  y saben quien era? Yo.
 Eso me divertía mucho ya que me encantaba verlos bailar y disfrutaba mi "trabajo" además de que la música me entró tanto, que agradezco a Dios haber podido tener esa oportunidad.
Mi hermano mayor escuchaba Radio Nacional, casi todo el tiempo cuando estaba en casa. Y Radio Nacional abría su transmisión a las 6 am con una marcha militar y la cerraba a las 12 de la noche con otra marcha. Y yo me quedaba despierto hasta escucharla. Era hermoso.
Además pasaba mucho tango, folclore, música clásica, italiana, española principalmente y de diferentes países, lo cual me fue despertando un interés bien profundo por todo tipo de música. Y así crecí, felizmente, acompañado por la música llenando un espacio muy importante.
A medida que iba pasando el tiempo, seguían con su rutina, hasta que llegó el tocadiscos eléctrico. Un combinado Ramser, todo una novedad!
Ya venían también los discos longplay, los pequeños de 33 y 45 rpm. y pareciera que eso les dió mas energía aun.
 Fueron épocas muy lindas. Porque todo era muy sano y natural, no habia alcohol, ni cigarrillos casi porque a mi padre no le gustaba que sus hijos fumaran y en ese sentido los amigos y alguno de mis hermanos se tomaban unos minutos de descanso  y salían a la calle a fumarse su cigarrito.
Eran buena gente, cada uno tenia su trabajo, estudiaban y en los ratos libres, venían a casa con amigas o sus novias y pues, a bailar.
Recuerdo que traían bebidas, bizcochuelos, galletitas para los entretiempos, hacían lo mismo cuando programaban juntarse un sábado o víspera de feriado, donde no había la exigencia de acostarse temprano. Ahí si que el Dj ( yo) los dejaba porque se tenía que ir a dormir no muy tarde.
A medida que pasaba el tiempo, ya se fueron casando, y los encuentros se fueron, como consecuencia, espaciando, lógicamente.
Pero ese modo de vida se fue transmitiendo en nosotros mismos, en cierta forma ya que, en nuestra juventud,  lo hicimos también.
Quiero hacer hincapié en el hecho de que, tanto escuchar música de distintos países me pegó y fuerte, la de España. Sobre todo que había una cantante argentina que cantaba a la altura de muchas cantantes españolas, o quizás, muy superior, llamada Lolita Torres, madre de Diego Torres, el cantante.
Me apasionan los Cantaores Flamencos, las Isas, las Malagueñas, las Jotas, Pasodobles, en fin.
He dejado para el final de esta nota un recuerdo muy especial que tengo de la radio. De lunes a viernes a las 6pm en Radio Nacional, daban la novela de Tarzán, el Rey de la Selva. Claro porque no había televisión. Pero créanme, yo creo que no hubiera disfrutado mucho si la hubiera visto por tv, tanto como la disfruté por radio. Era como soñar despierto, porque creaban un ambiente tan maravilloso, ya que todos los ruidos imaginables del ambiente de la selva estaban ahí, y el relator llevaba esa historia tan bien, que uno estaba embobado escuchando, imaginando y siendo parte de ese relato tan magistralmente desarrollado que no nos queríamos distraer ni un segundo para no perder detalles.
Maravilloso. Inolvidable.
También quiero decir que la música es una de las cosas más maravillosas que existen. La música te acompaña, te entretiene, te relaja, te deja hacer, te deja volar tu imaginación, te deja soñar, alimenta tu espíritu y sobre todo, te hace la vida más amena, más agradable, te ayuda a vivir.
Por lo menos esa, es mi sensación.
Tantas cosas que quisiera contar, recrear, volver a revivirlas, el recuerdo de momentos felices de nuestra infancia que permanecen grabados a fuego en nuestra mente y en nuestro corazón.
Hasta pronto.

1 comentario:

  1. Muy lindo. Te imagino escribiendo esto recordando tantos momentos lindos.

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