domingo, 1 de abril de 2018

Las cosas lindas de la vida 1.



Hola a todos.
Hoy quiero hablarles de las cosas más hermosas que ocurren, que nos hacen la vida más grata, más amena, más bella y por las que, esta vida, merece ser vivida.
Estas son las pequeñas grandes cosas que me ocurren, muy frecuentemente, que quiero compartir con ustedes.
Seguramente a muchos de ustedes les debe pasar, por lo que entenderán mi alegría y mi placer de compartirlas.
Soy un abuelo con 10 nietos que nos regalaron nuestros hijos, 5 sobrinos nietos más, por parte de mi esposa.
Sus edades van desde casi 2 añitos hasta 23 años de la mayor.
Somos una familia grande y muy unida gracias a Dios.
En Argentina, Perú y Colombia, viven el resto de nuestra gran familia, muy importante también.
Mis hijos y sus primos hermanos, conforman ese núcleo familiar muy compacto, están todo el tiempo conectados. Siempre hay un motivo para juntarse, si no es por cumpleaños, es por una "gustada" , de tal forma que el grupo de 27 que conformamos, estamos siempre dispuestos a pasarla bien juntos y en familia.
Entonces ocurren situaciones tan hermosas con los chicos, dignas de contarlas porque, a veces parecen increíbles, a veces pequeñas cosas, pero de una importancia bien grande, para mi esposa y para mí, que son elocuentes del amor y el cariño que recibimos de los nietos, principalmente, que es una forma de retribuirnos, lo que nosotros les damos a ellos.
Hemos ido a Orlando en varias ocasiones de vacaciones, a Disney y los demás parques, todos juntos en varios autos, y pasamos unos dias increíbles, disfrutando cada momento.
Recargando las baterías para seguir, al regreso, con las tareas y el ritmo habitual de vida.
Destaco, por sobre todas las cosas, la unión de la familia, que viene desde que nuestros hijos y sus primos, nacieron. Siempre han estado juntos y viviendo cerca, lo cual sirvió para que ellos lograran una necesidad de seguir, ahora, casi todos cuarentones, juntos y eso se ha trasladado a sus hijos, que les ocurre lo mismo.
Cuando nos mudamos de Mendoza a Buenos Aires, para las vacaciones escolares, nuestros hijos iban a Mendoza o nuestros sobrinos iban a Buenos Aires, a pasar las vacaciones todos juntos.
Era hermoso, verlos siempre juntos y disfrutando cada momento.
Lo que puedo destacar, es que, separándose de sus padres por un tiempo, ya sea en Mendoza , como en Buenos Aires, no los extañaban, de uno y otro lado.
Era evidente que se sentían felices, porque los abuelos en Mendoza, que tanto disfrutaban, les daban tanto cariño que sus dias pasaban muy rápido y notenían tiempor a extrañar.
Lo mismo ocurría en Buenos AIres, con nosotros.
Ellos eran felices de estar juntos en uno u otro lado, la cuestión era, estar juntos.
Nosotros felices de verlos a ellos contentos, jugando y disfrutando sus vacaciones..
Es increíble el apego que tienen esos chicos entre ellos, lo demuestran cada vez que programan  una juntada, ellos gritan de alegría, contando las horas que faltan para estar todos juntos nuevamente.
Eso es maravilloso!
Además, mi esposa, ha tenido el privilegio de cuidar a varios de los chicos, desde muy chiquitos, lo que ha hecho que ellos, se sientan muy a gusto con nosotros, aún, cuando no están sus padres.
Han habido tantas situaciones graciosas, que han protagonizado esos seres tan lindos que nos dió la vida!
Es tan hermoso el momento que nos vemos y nos saludan con ese abrazo tan, pero tan especial y cariñoso! Y, oir que nos digan: I miss you abuelo (te extraño abuelo).
O que nos digan: I love you from here to the Universe and back ( Te amo desde aquí al Universo y de vuelta)!
Y que les pregunte,"ignorante de la distancia": y eso no es poquito? No abuelo, el Universe no tiene fin.
Es maravilloso, y se me afloja toda la estantería. Sólo con eso, ya me doy por pagado, no lo creen?
Uno recibe, no hay dudas, mucho más de lo que uno da.
Eso nos motiva dia a dia, nos llena de alegría y por todo eso, debemos dar gracias a Dios, por permitirnos disfrutar de esas personitas tan lindas.
Dos nietitas, mellicitas de 5 añitos,  que tenemos en Colombia, de nuestra hija mayor, hablando con una de ellas por teléfono, me pregunta: Abuelo, contame qué travesuras hacia mi mamá, cuando era chiquitita?
Mi respuesta fue: Se escondía cuando la abuela la quería peinar.
Su reacción me  dejó perplejo por unos momentos. Dijo: No- lo- pue- do-cre- errr!
Me reí tanto y mi hija que estaba a su lado, escuchando la conversación, tampoco paraba de reirse.
Lo dijo de tal forma, sorprendida por mi respuesta y a su vez extrañada por lo que hacía su mamá cuando era chica!
Si hubiera estado en ese momento con ella, me la comia a besos. Divina, preguntona como todos los niños a esa edad que todo quieren saber.
Estas son parte de las cosas muy agradables e inolvidables que nos ocurren, como decía, y que nos alegran el dia, y nos hacen más felices.
O que digan: abuelo te cuento un cuento quieres? Si como no, dale.
Casi a media lengua dijo: Había un a- ves- truz.
Qué cosita más hermosa!
Dicen que los nietos se quieren más que a los hijos, no creo en esa teoría.
Para mí, el cariño y el amor que se le dispensa a los hijos, es inmenso, ya que, en nuestro caso, hemos disfrutado mucho a nuestros hijos desde pequeños, y los seguimos disfrutando, ahora que están mayores y con hijos.
Para nosotros, a pesar de sus edades, siguen siendo pequeños, que tratamos de protegerlos como si no hubieran crecido nunca.
La llegada de los nietos, nos regresaron a la época de la llegada de nuestros hijos y pienso que ahí radica la "diferencia" de cariño o de amor, que uno les prodiga a esos seres maravillosos que nos traen la alegría, de tener niños, nuevamente en nuestros hogares.
Entonces, como uno ya va siendo mayor y habiendo dejado atrás esa hermosa tarea de criar a nuestros hijos, ponemos mucho énfasis en los recién llegados.
Por eso tratamos, los abuelos, de "ayudar" a nuestros hijos/as en la hermosa tarea de criar a sus descendientes, transmitiéndoles nuestros conocimientos, nuestra experiencia, para que ellos puedan sentirse respaldados y acompañados en esa parte tan linda y especial en la vida de los niños.
Eso es algo que, los nuevos padres no olvidarán jamás y que los ayudará, en el futuro, a consolidarse ganando experiencia que irán transmitiendo a sus hijos, así sucesivamente a travéz de la vida.
Recuerdo que vivíamos cerca de la casa de mis padres y de mis suegros, por tal motivo, íbamos una vez a la semana a la casa de mis padres a almorzar con ellos, con nuestros hijos, era una rutina semanal. Nosotros felices y mis hijos disfrutando de sus abuelos.
Lo mismo ocurría con los abuelos maternos.
Yo iba casi todos los dias a darles una vueltita, y mi madre me preguntaba: Qué quieres que te haga de comer hijo, cuando vengan mañana?
Generalmente íbamos un  jueves, sábado o un domingo, dependiendo de mi trabajo, o de los chicos con las escuelas, etc.
Yo le elegía el plato que quería comer, eso era una rutina y ella nos esperaba con esos manjares que hacía mi madre.
Pero un dia pasó lo siguiente: Habíamos ido un par de dias antes, a darle la vueltita de rutina, para verlos, ya que mis padres vivían sólos, en su casa que, era bien grande.
Entonces cuando nos estábamos despidiendo, mi madre hizo la pregunta de rigor: sobre que hacer de comer para cuando fuéramos, pero con una variante, no dijo que quieres que te haga de comer hijo?
Se dirigió a mi hija mayor y le dijo: Qué queiere que le haga de comer la abuela, mi amor?
Entonces, yo me hice el ofendido y el enojado, le dije que no me quería más, que quería más a mis hijos que a mi, y unas cuantas cosas más, todo un drama!
Ella, sonriendo me dijo: No seas celoso, yo te quiero porque sos mi hijo, pero ellos son mis nietos y me dió un beso.
Me borró mi "enojo"  con el  beso más hermoso que una madre pueda dar a su hijo.
Me dejó sin palabras, lo único que le pude decir, fue, que la perdonaba, que estaba feliz que mis hijos me hubieren quitado ese privilegio que, hasta ese momento tenía con ella.
Aún hoy, al recordar ese momento, me emociono y recuerdo a mi madre, a la que tanto quise, como una mujer divina, cariñosa, trabajadora, que crió a 9 hijos  y les repartió tanto amor, junto con mi padre.
Tanto amor tenían, que mis hijos era adoración por sus abuelos. Ellos saltaban de alegría cuando les decíamos de ir a la casa de los abuelos.
Eso es lo que hemos tratado, con mi esposa de hacer, con nuestros hijos, y esperamos lo mismo de nuestros hijos con los de ellos.
Eso es lo que tiene de hermosa la vida, nos enseña a vivirla, disfrutarla, de vivir cada momento, compartiendo con nuestros hijos, nietos, con todos.
Abriendo nuestros corazones, dejándolos entrar, darles todo el cariño y el cuidado posible.
Es tanto lo que recibimos de ellos, desde un gesto, una sonrisa, unos abrazos de osos increíbles.
Dios nos ha bendecido con la maravilla de ser  felices padres, muy felices abuelos y de tener una familia y disfrutarla.
Con virtudes, con defectos, pero con amor tan grande, como sincero.
Deseo, desde lo más profundo de mi corazón, que a todos ustedes, que me están leyendo, les ocurra lo mismo y en mayor escala.
Dios los Bendiga.
Hasta pronto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario